Las matemáticas es mejor si las hacemos con materiales manipulables.
Las pinzas de tender la ropa son un material fantástico para los más pequeños, lo saben y les encantan. Solo debemos tener cuidado de que no se pellizquen, pero eso es casi inevitable, que aprendan a dejar de pellizcarse puede que les cueste alguna lágrima.
Las pinzas les ayudan a mejorar su psicomotricidad fina, a coger fuerza en las manos, tan necesaria para poder agarrar el lápiz y a estimular su creatividad.
Lo primero que podemos hacer es arrojarlas al suelo, generar un montón como el de la foto de apertura. "¿Cuántas habrá?" Dejamos la pregunta abierta, que se planteen números.
Con los mayores podemos hacer estadística "¿de qué color habrá más pinzas?" Es un problema que se puede resolver sin contar, dejemos que lo intenten. Podrán construir series o estructuras, no coartemos su creatividad.ros grandes.